Ana León

¿Qué es el Método Schroth?

by Orthopediatrica on 12 de December de 2022

Se trata de una técnica de fisioterapia empleada para el tratamiento de la escoliosis idiopática y otras alteraciones de la columna vertebral. Problemas de espalda que sabemos no se limitan a los adultos, también los niños pueden presentar dolores debido a estas deformaciones.

Hoy en día el Método Schroth se practica en todo el mundo. Los corsés proporcionan una corrección pasiva de la escoliosis, pero hay ciertos ejercicios que fomentan una corrección activa, creando una especie de “corsé interno”, que alinea mejor la columna cuando ésta no está sometida al control externo del corsé ortopédico.

¿En qué consiste el tratamiento?

Se trata de un método no invasivo cuyo objetivo es el enderezamiento de la columna vertebral, por medio del autoestiramiento, la respiración rotatoria y la estabilización por tensión isométrica.

Los ejercicios fomentan la percepción y el conocimiento del cuerpo por parte del paciente; las posturas y movimientos que realiza habitualmente. También se enseña cómo optimizar los músculos para lograr una posición más neutral que se pueda integrar de manera consciente en las actividades del día a día del paciente.

¿Cuál es el papel del fisioterapeuta en el tratamiento?

El fisioterapeuta entrena al paciente para corregir la postura defectuosa. Logramos que el entrenamiento sea intensivo, con el fin de que el paciente aprenda lo antes posible su corrección, la automatice y sea capaz de integrarla en las actividades de la vida diaria.

¿Cuánto dura el entrenamiento?

La duración del programa varía según las necesidades del paciente y se sitúa en torno a las 30 sesiones. El entrenamiento consta de una consulta individual para la valoración del paciente por parte del fisioterapeuta. Cinco de las sesiones son individuales, el resto en sesiones grupales, de una hora y media o dos horas, con un máximo de cinco pacientes.
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¿Qué es el Método Schroth?

Dolores de crecimiento en niños: ¿mito o realidad?

by Orthopediatrica on 21 de January de 2022

El malestar en las extremidades inferiores mientras crecen los niños es una consulta recurrente en pediatría y traumatología infantil

El dolor de las extremidades inferiores durante el periodo de crecimiento es una consulta recurrente en pediatría y traumatología infantil, pero, ¿qué hay de cierto en eso? ¿es posible que crecer duela?, es un tema parecido a la erupción de los dientes, ¿de verdad duele que salgan? Vamos a verlo…

El crecimiento, igual que el envejecimiento, es un proceso continuo, fisiológico y que a priori, no tiene porqué doler. Así que no, la respuesta es clara, crecer no duele.

Sin embargo, existen ciertos cuadros relacionados con el desarrollo musculoesquelético que cursan con una sintomatología propia de la edad, bien definida y de resolución espontánea.

El diagnóstico se basa en la clínica, pues las pruebas de laboratorio y las pruebas de imagen no muestran hallazgos de interés, por lo que no son necesarias las pruebas complementarias. Sin embargo, es necesario realizar un estudio a fondo cuando tras la exploración se descubren limitaciones en el rango de movilidad, alteraciones del tono muscular o la sensibilidad, entre otros.

La causa sigue siendo desconocida en la actualidad. Hay varias teorías aunque ninguna ha demostrado firmemente la procedencia de la sintomatología. Pese a todo, el cuadro está muy bien definido, fue descrito por primera vez en 1823, suele ser dolor vespertino o nocturno (lo cual sugiere que sea un proceso inflamatorio), en extremidades inferiores, de localización bilateral, es decir, en ambas piernas, de tipo difuso (no hay dolor a punta de dedo), no está relacionado con la actividad física y suele mejorar tras la terapia manual (un masaje de mamá o papá alivia bastante) y en caso de que persista, se puede administrar algún analgésico. Es importante destacar que este proceso es autoresolutivo, cederá con o sin tratamiento, afortunadamente para los pequeños.

Una de las teorías que se usa con más frecuencia en las consultas médicas para explicar a los padres el origen de los síntomas es la que podríamos llamar algo así como el “crecimiento desorganizado”.

Cuando crecemos, no lo hacemos de forma simétrica y organizada, cada estructura tiene su propia forma, su propia dirección y su propio ritmo de crecimiento, y en ocasiones, la sincronía entre las partes no es demasiado homogénea.

Para entender esto, tendríamos que hacer un breve repaso de anatomía y biomecánica básicas. El esqueleto, es la unión de muchos huesos (215 en bebés y 206 en adultos) y estos huesos se unen entre sí mediante las articulaciones. Las articulaciones están rodeadas por tejido ligamentoso, que hacen que sean estables y se mueven gracias a la acción de los músculos, que son tejido contráctil en el centro y tejido rígido en los extremos, donde se forman los tendones. Los tendones se insertan en los huesos y forman una unión muy potente con estos.

Como decíamos, cada una de esas estructuras crece según su propio ritmo, los huesos largos, por ejemplo, crecen desde la metáfisis (una zona entre los extremos y el centro del hueso), que es donde se sitúa el cartílago de crecimiento. Sin embargo, los tendones que se insertan en estos mismos huesos no crecen al mismo ritmo, lo cual hace que en ocasiones, se produzcan entesopatías (problemas en la zona de inserción del tendón en el hueso).

Imaginaos un músculo que crece a velocidad X, insertado en un hueso que crece a velocidad X+1, esto hace que el tendón (recordemos, el tendón es la zona del músculo que se inserta al hueso) se tense cada vez más, produciendo una tracción continua del hueso, y hasta que el tendón pueda adaptar longitud a la nueva longitud del hueso, pasa un tiempo en el que el hueso se encuentra sometido a una tensión extra y esto en ocasiones, da lugar a dolor.

Sin embargo, esto no es más que una de las varias teorías que se plantean desde la comunidad científica y será necesario continuar con la investigación para conocerlo más con detalle, tratarlo y quizás, prevenirlo.

Mientras tanto, hagan lo que ya les hemos explicado en otras ocasiones, frío local, algún masaje suave y mucho amor, que eso nunca falla.

Ana León, fisioterapeuta & ortoprotesista, es miembro activo del grupo “El médico de mi hijo”.

Dr. David M. Farrington, es médico especialista en cirugía ortopédica y traumatología infantil.

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Orthopediátrica con el Día Mundial de la Salud

by Orthopediatrica on 8 de April de 2021

Lema 2021: Construir un mundo más justo y saludable

El Día Mundial de la Salud conmemora la creación en esta fecha en 1948 de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La salud es un estado de pleno bienestar, tanto físico como mental. Es un derecho fundamental para todos los seres humanos. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS), fue creada hace 70 años por las Naciones Unidas con un propósito principal: Que todas las personas puedan hacer efectivo su derecho a disfrutar de un óptimo grado de salud en sus vidas. Asimismo, vela para que los gobiernos de todos los países promuevan la prevención de enfermedades y el cuidado de la salud.

Desde 1948, la OMS se ha propuesto instar a gobiernos, organizaciones y empresas a invertir en salud como algo fundamental para poder forjar un porvenir más seguro para todos y a reconocer que la salud es un derecho básico de cualquier persona.

Desde Orthopediátrica, Centro Médico de Traumatología y Ortopedia infantil en Sevilla, también apostamos por conseguir un mundo más justo y saludable para todos los seres humanos.

Garantizar que todas las personas, en cualquier lugar del mundo, puedan ejercer su derecho a la buena salud debe ser uno de los principales objetivos fijados por los gobiernos de cada país.

Salud, un derecho fundamental del ser humano

Artículo 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948): “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”.

En un día como este, queremos poner especial atención a los más pequeños, desgraciadamente los más vulnerables en muchas partes del mundo. El derecho a la salud en los niños es uno de los derechos fundamentales a los que debería poder acceder cualquier ser humano en edad infantil, independientemente del país en el que resida. Un derecho vinculado a la vida, la alimentación, la vivienda digna y la educación que debería ser inherente para cualquier niño.

Gracias a nuestro Centro Médico de Traumatología y Ortopedia Infantil en Sevilla, podemos aportar nuestro granito de arena para mejorar la salud de los más pequeños. En Orthopediátrica ofrecemos a los padres de niños y niñas con problemas ortopédicos una atención personalizada y cualificada al más alto nivel e intentamos hacer un poco más feliz el día a día de nuestros pequeños pacientes.

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Orthopediátrica con el Día Mundial de la Salud

¿Sabemos portear correctamente a nuestro bebé?

by Orthopediatrica on 30 de March de 2021

El contacto físico proporciona seguridad y tranquilidad al bebé. Si el Porteo se realiza en posición ergonómica, ofrece además múltiples beneficios para el desarrollo físico del bebé.

Hoy en nuestro artículo de Orthopediátrica, nuestra compañera fisioterapeuta pediátrica Ana León, nos habla sobre cómo realizar un porteo de forma correcta, ergonómica, que respete los tiempos del niño, su desarrollo psicomotor y que además facilita enormemente la vida de los padres.

Empecemos por el principio, portear, igual que caminar, conlleva numerosos beneficios tanto para el porteador como para el bebé, pero portear con un portabebés no recomendable, sigue siendo beneficioso, pero no hay quien lo soporte.

El portabebés debe adaptarse a la posición natural del bebé recién nacido. Cuanto más ajustable y mejor se adapte a la posición de nuestro bebé, más ergonomía. Los portabebés que más se adaptan son los de tela, donde podemos hacer un ajuste punto por punto, por lo que son la mejor opción para el porteo con bebés recién nacidos.

¿Qué es necesario para que un portabebés sea ergonómico?

 

  • Se ajusta punto por punto al cuerpo del niño

 

Esto significa que la tela con la que está confeccionado el portabebés no debe ser preformada, ni rígida, ha de adaptarse al cuerpo del niño como una segunda piel, porque no se trata de que el niño se coloque en la postura que el portabebés diga, se trata de que el portabebés pueda colocarse en la postura en la que está el niño.

  • Se adapta a cada etapa de desarrollo anatómico, fisiológico, biomecánico y psicomotor del niño

 

Haremos primero un recuerdo anatómico. La columna de un adulto vista de lado, tiene varias curvas fisiológicas, que hacen que parezca una S alargada. La curvatura de la zona cervical se llama lordosis y es una concavidad, en la zona dorsal lo que tenemos es una cifosis, es decir, una convexidad, en la zona lumbar volvemos a tener lordosis y el sacro, que es una fusión de varias vértebras también forma una cifosis.

Cuando los niños nacen, sin embargo, su columna es una cifosis global, esto significa que forma una gran C desde el cuello hasta el culete, después, con el paso de las semanas y los meses, el niño consigue levantar la cabeza estando boca abajo y se forma la lordosis cervical, más tarde, cuando comienzan a gatear y consiguen ponerse de pie agarrados a algo, se forma la lordosis lumbar y todas estas curvas no se estructuraran hasta pasados varios años.

Por otro lado, está el desarrollo de las caderas, que es otro tema muy importante. Seguro que sabéis que la cabeza del Fémur se articula con la pelvis para formar la articulación coxofemoral, lo que quizás no sabéis con detalle es cómo se forma esa articulación. En la pelvis hay una concavidad conocida como acetábulo, que es donde se aloja la cabeza del fémur para permitirnos cargar el peso del cuerpo, tener estabilidad durante la marcha o dar patadas a un balón.

Arrullar a los niños con fuerza, con las piernas estiradas, y mantenerlos en esa posición durante tiempos prolongados, se relaciona con un mal desarrollo de las caderas y aumenta las probabilidades de sufrir displasia

Pues bien, teniendo en cuenta esto, es lógico pensar que un portabebés ergonómico lo es precisamente, por permitir que el niño mantenga la columna en cifosis global y las caderas en postura de ranita. Además de cómodo para ambos, es más respetuoso y seguro con el desarrollo global de los niños.

Cuando hablamos de posturas antiergonómicas nos referimos fundamentalmente a ir orientado mirando hacia el mundo. Esta postura de por sí ya deja de ser ergonómica por el simple hecho de que si el niño va cara al mundo, no puede mantener la columna en la cifosis global que hablábamos antes, además, las caderas no irán tampoco en posición ranita y para colmo de males, si el niño se siente cansado, asustado o nervioso (hiperestimulado) no tiene forma de protegerse. Mal por partida doble.

Por otro lado, están las posturas que se relacionan con riesgo de asfixia, que además de ser incómodas, antiergonómicas y nada recomendables, son directamente peligrosas. Portear a un bebé en posición de cuna no es buena idea pues corremos el riesgo de que el niño haga un doble mentón, cerrando la vía aérea y por tanto, impidiendo el paso del aire hasta los pulmones.

Estas posturas se permiten únicamente cuando queremos amamantar sin sacar al niño del portabebés, pero no se recomienda jamás como postura para desplazarnos de un sitio a otro.

La posición de ranita en vertical es además una postura fenomenal para evitar el reflujo, luchar contra los gases o ayudar a los bebés a que las sustancias de desecho salgan por el final del tubo digestivo, ayudadas de la gravedad y el movimiento.

Y muchos de vosotros pensaréis que los niños no quieren ir orientados hacia el porteador, que a los niños les encanta ir mirando el mundo… en tal caso tenemos una estupenda solución, ponerlos a la cadera. Seguirá siendo una posición ergonómica, le permitirá mirar el mundo por delante y por detrás del porteador y en el caso de estar cansado o nervioso, puede apoyarse o protegerse con el cuerpo del porteador.

  • El peso del niño está bien repartido en el portabebés. El niño va “sentado” y “contenido” por toda la tela que tiene alrededor

 

Es muy importante que el niño vaya sentado y no COLGADO. Existen portabebés en el mercado en los que más que sentados, los niños van colgados sobre sus genitales, zona que por supuesto, no está diseñada para cargar peso, pues como ya habrán podido comprobar en muchas ocasiones, es una zona especialmente sensible. Debemos procurar que el niño vaya más bien sentado sobre la tela, con la espalda bien apoyada y con suficiente soporte como para dejarse llevar relajado.

  • El portabebés hace un buen reparto de las cargas sobre el o la porteadora.

 

Esto es obvio, cuanto mejor se reparta el peso sobre el cuerpo del porteador, más cómodo resultará para este último y por tanto, más tiempo podrá usarlo.

  • Está confeccionado en tejidos certificados, que han pasado estrictos controles de calidad, indicando los componentes, los tintes y el peso máximo del usuario.

 

Los portabebés están fabricados con tejidos específicos, con una elasticidad determinada, en una dirección determinada, han pasado prueba de resistencia, se tiñen con tintes no tóxicos, etc. No es recomendable confiar en portabebés que no hayan sido confeccionados con telas específicas para el porteo de los niños. Si tienes dudas, pregunta la marca de la tela con la que se ha fabricado el portabebés.

 

En Orthopediatrica ponemos a tu disposición nuestro equipo de traumatólogos y ortopedas infantiles, considerados entre los mejores especialistas pediátricos de Sevilla (Anchor Text: https://www.orthopediatrica.es/), y por supuesto, la tecnología médica de vanguardia más novedosa para el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de afecciones, ofreciendo a nuestros pacientes una atención personalizada y cualificada al más alto nivel.

 

 

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¿Cómo sentar correctamente a un niño con parálisis cerebral?

by orthopediatrica on 30 de March de 2020

Esta semana desde Orthopediatrica , os traemos algunas recomendaciones sobre cómo sentar correctamente a un niño con parálisis cerebral.

Estas son nuestras recomendaciones:

1. Comienza posicionando la pelvis . Debe estar neutra en todos los planos del espacio. Esto es evitando rotaciones, traslaciones, inclinaciones , etc.

Ambos isquiones deben estar apoyados de forma simétrica, cargando el mismo peso y posicionados a la misma altura.

2. Una vez posicionada la pelvis , continúa con el posicionamiento de las caderas , que deben estar en flexión y abducción .

Manteniendo las rodillas separadas entre ellas, un poco más separadas que el ancho de las caderas y más altas que las caderas.

3. Los pies deben estar apoyados en una superficie, bien mar los reposapiés de la silla de ruedas o el suelo cuando hablamos de niños que no usan silla de ruedas.

En el caso de cestas pélvicas, asientos espumados, sillas corsés … tenemos lo necesario para que los pies no queden colgando en el aire nunca.

“Tener los pies apoyados no es sólo bueno para la salud musculoesquelética, sino que proporciona información propioceptiva y espacial al sistema nervioso, ayudando a mantener una buena posición sentados”

4. La columna debe acomodarse al respaldo de la silla de forma suave, sin forzar las curvas fisiológicas y evitando posiciones asimétricas en cualquier plano, es decir, sin inclinaciones ni rotaciones de tronco.

5. Si existe una escoliosis , debemos posicionar la columna de forma lo más simétrica posible. Se pueden utilizar para estos soportes costales y otros aditamentos, pero siempre teniendo en cuenta que deben ser atendidos para la corrección de la escoliosis , por tanto, no deben presionar alivia óseos ni otras estructuras.

6. Los brazos deben caer de forma relajada sobre los reposabrazos. Si quedan altos se observará el cuello “escondido” , con los hombros muy cerca de las orejas y si quedan bajos, no se podrán soportar los codos, quedando en el aire y provocando fatifa muscular.

7. La cabeza debe quedar justo encima de la pelvis y el tronco, ni por delante (potracción) ni por detrás (retracción) . Por tanto, debemos procurar que respete la posición fisiológica de la columna cervical (en lordosis) , evitando que la cabeza esté orientada hacia arriba o hacia abajo.

8. La mirada, horizontal. Esto no solo ayuda al posicionamiento en sedestación , sino que proporciona información vestibular y espacial , facilitando la interacción del niño con el entorno y la interacción social con los que lo rodean. Si es necesario, utilice dispositivos que faciliten el control cefálico. (Por ejemplo, como un headpod ).

9. La basculación del asiento es importante. En pacientes hipertónicos o espásticos será útil buscar unos grados de basculación que nos ayuden a un tono muscular regular. En paciente hipotónicos la basculación nos ayudará a mantener el posicionamiento en sedestación.

Haz que la silla sea atractiva. Sin embargo, esto puede parecer algo sin importancia, nada más lejos de la realidad. Igual que escogemos nuestra ropa, nuestras gafas, nuestros juguetes o nuestro corte de pelo, seleccionando nuestra silla hará que nos sintamos cómodos con ella y en ella, mejorando por tanto el cumplimiento y la adherencia al tratamiento.

 

Ana León

Fisioterapeuta y Ortoprotesista

Orthopediatrica , constituida por un grupo de cirujanos con una amplia experiencia y formación sólida en el campo de la traumatología y ortopedia infantil, surge con el firme propósito de ofrecer a los padres de niños y niñas con problemas ortopédicos una atención personalizada y cualificada al más alto nivel.

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